Author: Eugenia Lugo

    Eugenia Lugo Mora es psicóloga egresada de la Universidad del Claustro de Sor Juana. Actualmente, se encuentra estudiando la maestría en teoría psicoanalítica lacaniana en el Colegio de Psicoanálisis Lacaniano. Cuenta con experiencia en la clínica con entrevista, terapia breve y de urgencia, realización e interpretación de pruebas y psicoterapia con orientación psicoanalítica; además de experiencia como docente y ponente.
Pi recomienda: Mes del gato. Los felinos en la literatura

Mes del gato: los felinos en la literatura

El 8 de agosto se celebra el día del gato, cuya relación con el hombre inició hace aproximadamente 12 mil años, cuando el hombre comenzó a sedentarizarse y a realizar actividades como la agricultura. Los gatos han sido parte de la historia de la humanidad y llegó a ser considerado como una divinidad o como ser maldito en algunas culturas; aún hoy, se les puede llegar a considerar seres místicos, con habilidades especiales, portadores de suerte (buena o mala), se les rinde culto o son adorados. 

Parte de la cultura humana respecto a los gatos y su relación con ellos, se encuentra en la literatura; existen una cantidad enorme de novelas, ensayos y cuentos, que tienen a estos como protagonistas, narradores o personajes secundarios. Los gatos han sido unos de los recursos más usados en la literatura occidental para historias de terror, una de las más famosas siendo El gato negro (1843) de Edgar Allan Poe o Los gatos de Ulthar (1920) de H.P. Lovecraft. Sin embargo, también los gatos son frecuentemente retratados como una representación cómica del ingenio, la astucia y la elegancia, como es el caso de El gato con botas (1967), cuento escrito por Charles Perrault, y cuyas reinterpretaciones han llegado a ser muy bastas. También encontramos aquí el gran gato de Cheshire que aparece en Alicia en el país de las maravillas (1865), con diálogos memorables cargados de enigma y misterio. 

En la literatura oriental encontramos también que el gato simboliza la feminidad, lo divino, la sabiduría y el tiempo, y también lo espiritual, demoníaco o espectral en figuras como los Yōkai, criaturas propias del folclore japonés con partes humanas y de animales. Como ejemplo de lo primero podemos encontrar la novela Yo, el gato (1906) de Natsume Soseki, cuyo protagonista, un gato sin nombre, observa con ironía y lástima la cotidianidad humana y el absurdo, citando a Buda y a filósofos griegos.

Ilustración de manos sobre fondo blanco con texto: día internacional de la amistad

Conoce el origen del Día Internacional de la Amistad

El 3 de mayo de 2011 la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) aprobó la resolución que designó al 30 de julio, el Día Internacional de la Amistad. La intención es inspirar unión y apoyo entre personas, pueblos y países; fomentar la paz y tener iniciativas que alienten la formación de vínculos.  La resolución (A/RES/65/275) formó parte de un proyecto anterior: la ”Declaración y Programa de Acción sobre una Cultura de Paz“. 

En dicha resolución se reconoció la amistad como un sentimiento valioso y noble en la vida de todos los seres humanos. También destacó la importancia de implicar a los jóvenes como futuros líderes del mundo en actividades comunitarias que generen empatía, inclusión y respeto. 

Por esto, el Día Internacional de la Amistad va más allá de celebrar a los amigos, porque invita a que se involucren gobiernos, organizaciones internacionales y sociedades civiles para mandar el mensaje que promueva el diálogo, la conciliación, la solidaridad y el entendimiento en todos los niveles.

La amistad conlleva muchos otros valores importantes que, al hablar de salud mental, son clave, ya que la empatía, el respeto y el diálogo son pilares fundamentales de vínculos humanos sanos y duraderos. Por esto, la amistad es considerada un indicador de salud mental. Pues este vínculo nos muestra la capacidad de enriquecernos a través y partir del otro, donde nos permitimos ser nosotros mismos, crecer y avanzar; desplegar deseos y también equivocarnos; para construir identidad y cultura. 

Mes de concientización del autismo: detecta y conoce sus síntomas

Mes de concientización del autismo: detecta y conoce sus síntomas

El 2 de abril fue el día nacional de la concientización y aceptación del autismo. ¿Por qué es necesario este día?

El trastorno del espectro autista o TEA es una de las más complejas enfermedades mentales que existen, esto debido a que los síntomas que se pueden presentar van desde leves, casi imperceptibles, hasta muy graves e incapacitantes. Es importante mencionar que el autismo no es daño cerebral o neurológico y su causa sigue siendo un misterio para las psicología y medicina en general, sin embargo, hay muchas hipótesis al respecto. A este trastorno no se le conoce cura.

Conoce sus síntomas

Se trata de un trastorno donde la forma de percepción de estímulos del medio que rodea a las personas que lo padecen se interpreta de forma diferente; los sonidos, la imágenes, los colores, las palabras, pueden ser procesados de manera que se vivan muy intensamente y perciban el entorno como agresivo (hipersensibilidad). Presentan alta dificultad de interacción social, comportamientos y patrones atípicos y/o obsesivos o repetitivos; tienden a centrarse en los pequeños detalles y les cuesta la generalización o el entendimiento del todo. El lenguaje en el autismo se ve muy alterado, en los casos leves o moderados, hay dificultad para entender y expresar metáforas (chistes, sarcasmo, etc.), pero en los casos más graves, hay una total ausencia de la expresión verbal, lo que no significa que no sepan hablar o no puedan entender. En muchos casos el autismo, -sobretodo en sus versiones menos graves como el síndrome de Asperger o el síndrome de Savant– puede venir acompañado de una inteligencia sobresaliente. 

¿Cómo se detecta?

Debido a que el espectro es tan amplio, no existe ninguna prueba médica que de detección, sin embargo existen algunas pruebas que pueden indicar la probabilidad de padecer TEA.

En este día, se lucha también para eliminar mitos alrededor del autismo y sus síntomas y que sea una neuro-divergencia donde se aprecien las cosas únicas que se pueden hacer; por ejemplo: son excelentes para encontrar patrones y hacer conexiones, debido a su pensamiento literal pueden crear soluciones únicas a problemas, son autodidactas debido a que se centran en su interés con mucha pasión, tienen una rutina establecida y es muy importante para ellos seguirla, suelen ser creativos y pueden ser muy empáticos.

Trastorno de dismorfia corporal

Trastorno de dismorfia corporal: Las bases para entender este desorden e identificarlo

En los últimos años se ha escuchado y se usado con frecuencia este término de forma coloquial, sin embargo, la dismorfia corporal es una afección mental que tiende a aumentar y que es importante atender, ya que afecta considerablemente la calidad de vida.

¿Cómo identificar el trastorno de dismorfia corporal?

Se considera un trastorno mental o psicológico porque la persona que lo padece no puede dejar de pensar en uno o más defectos relacionados con su físico, que a menudo no pueden ser percibidos por los demás. Pasa una cantidad de tiempo considerable pensando y enfocándose intensamente en esos defectos físicos y cómo arreglarlos .

Es clave entender que sólo esa persona percibe esos defectos físicos. Para los demás, estos pueden ser inexistentes o insignificantes. Las personas que lo padecen pueden estar constantemente revisando el espejo, tomándose fotos, aseándose, maquillándose o buscando otras formas de obtener tranquilidad respecto a ese defecto o defectos, llegando incluso a realizarse procedimientos cosméticos invasivos. Sin embargo, ya que es psicológico, la ansiedad regresa.

En sus formas más graves se pueden desarrollar trastornos alimentarios, depresión y trastorno obsesivo compulsivo. Este último puede ser consecuencia del trastorno dismórfico corporal, pero también puede ser la causa, ya que el enfoque en el “defecto” se considera obsesivo.

Se piensa que el trastorno de dismorfia corporal es una forma de TOC enfocada en el cuerpo propio.

Trastorno obsesivo compulsivo

El trastorno obsesivo compulsivo se compone de dos momentos: el obsesivo, donde existen pensamientos intrusivos y repetitivos cargados de mucha ansiedad; y la compulsión, donde se llevan a cabo actos de igual manera repetitivos y cargados de ansiedad para evitar que algo malo suceda asociado con los pensamientos obsesivos.

Estos actos compulsivos no tienen un sentido lógico respecto a lo que se quiere evitar que suceda. Sino que más bien su sentido es mágico, por ejemplo, eludir pisar las grietas de la acera para evitar que la madre muera. De esta misma manera funciona el trastorno de dismorfia corporal, donde la tranquilidad respecto al “defecto” se encuentra en actos mágicos, por lo general de manera temporal. 

Otros síntomas del trastorno pueden incluir el creer que las personas se burlan de ellos a sus espaldas, sentirse feos o deformes debido a esa característica, buscar constantemente aprobación respecto a la apariencia, evitar situaciones sociales. El trastorno de dismorfia corporal termina afectando las relaciones interpersonales, la socialización, el mundo laboral, y en última instancia la calidad de vida en general. Es una enfermedad que ha tomado mucha fuerza en los últimos años, y se proyecta un mayor aumento por la gran relevancia que tiene la belleza en nuestra sociedad y las exigencias que implica, entre otras causas. 

¿Cómo curar el trastorno de dismorfia corporal?

Actualmente este trastorno es estudiado por psicólogos, psiquiatras, neurólogos, neuropsicólogos y sociólogos. Para su cura, es necesario acudir con un profesional de la salud mental.

Psicología vs. Psicoanálisis: 5 puntos para entender sus encuentros y desencuentros

Psicología vs. Psicoanálisis: 5 puntos para entender sus encuentros y desencuentros

Si estás buscando algún tipo de psicoterapia y no te decides por cuál elegir, te compartimos aquí las principales diferencias entre la psicología y el psicoanálisis.

Se considera al padre de la psicología a Wilhelm Wunt, quien en el siglo XIX por primera vez introdujo las variables de los procesos mentales en el mundo científico, que antes se consideraban del campo de la filosofía. Desde entonces, la psicología tuvo su propio título y su propio campo. A finales de este mismo siglo, Sigmund Freud, en su estudio de la histeria, descubrió – o inventó – el inconsciente, y con ello, el psicoanálisis, que, por sus contenidos terminó alejándose de las corrientes psicológicas imperantes del momento. 

Psicología, se refiere a diferentes ramas como Cognitivo conductual, humanismo, Gestalt, sistémica, funcionalismo, entre otras. Mientras que dentro del psicoanálisis hay varias vertientes como la Freudiana, Kleiniana, Jungiana, Lacaniana, etc. Pero ¿qué es lo que hace que haya tantos desencuentros entre estas? Te lo decimos en 5 puntos.

1. Inconsciente vs. consciente

El psicoanálisis trajo consigo una herida fuerte para la humanidad, ya que introdujo la noción de que no siempre se es dueño de uno mismo.

Que el yo y la consciencia, que hasta entonces se creía total, no es más que una pequeña porción de la conformación de la psique (insignificante además), que no toma parte más que de forma secundaria en los pensamientos, actos y decisiones. Freud dio cuenta de que hay algo más que regula y opera más allá de estas instancias: el inconsciente. Desde este momento, la psicología y el psicoanálisis irán por direcciones diferentes.

A pesar de que la psicología toma del psicoanálisis el estudio del inconsciente, el psicoanálisis se concentra mucho más en escuchar lo que este tiene que decir del sujeto. Para el psicoanálisis, el inconsciente es un saber ignorado por el sujeto pero que opera y articula, y tiene que ver con lo infantil y la sexualidad, y cuya producción se da en la relación entre analista y analizante. La psicología, dependiendo de la rama, está más enfocada en la escucha de emociones, el comportamiento, los pensamientos conscientes y dañinos, y las creencias limitantes. Esta diferencia, por supuesto, tiene repercusiones clínicas importantes, que abordaremos en el siguiente punto

2. Sujeto total vs. sujeto dividido

Con lo que se dijo en el punto anterior, el sujeto de la psicología y del psicoanálisis, serán distintos, ya que este tendrá que ver con aquello que se produce en cada sesión, en cada caso, en cada escucha y cada relación particular dentro de la clínica. Es decir, aunque la misma persona vaya, el sujeto con el que se trabaja es distinto en cada una.

Mientras que la psicología busca un sujeto total, que se identifique con su yo y con su conciencia, el psicoanálisis pone atención justo en las cosas con el sujeto no se reconoce a sí mismo en lo que dice ni en su actuar.

Se trata de un sujeto que aparece en el error, en los sueños; y que dice algo que él mismo no quiso decir y con lo que no necesariamente se identifica. En psicoanálisis se trata de producir lo inconsciente a través del despliegue de estos discursos. Por esto, Lacan dirá que en psicoanálisis se subvierte la máxima cartesiana, “Pienso luego existo”, para ser “Pienso donde no soy, luego soy donde no pienso”. En psicoanálisis hablamos de un sujeto que no pasa ni por su pensamiento ni por su conciencia; este es, precisamente, el sujeto de la psicología que trabaja a nivel del yo. 

3. La clínica: discurso vs. fenómeno

Dado que un psicoanálisis, como se mencionó en el punto anterior, tiene por objeto la producción del inconsciente, lo infantil y la sexualidad; no necesariamente se enfoca en el síntoma del que llega aquejado un paciente; sino más bien en la historización, (por medio de la palabra), de la vida del sujeto que conforma su realidad psíquica y que al mismo tiempo este desconoce. De manera que la regla general en una terapia psicoanalítica es que el sujeto diga todo lo que se le ocurra, aunque parezca descabellado o sin sentido. A esto se le llama asociación libre, y tiene por objeto, de nuevo, la producción del inconsciente.

Las terapias de la psicología tienden a ser más estructuradas, a tener un tema que guíe la sesión; trabaja con fenómenos observables o a nivel de la fenomenología, y no tanto con el discurso –que es el caso del psicoanálisis–.

4. Diagnóstico

La psicología se apoya de herramientas de diagnóstico como el DSM-V, y es habitual que se dé uno a los pacientes (sobre todo a los no neurotípicos o neurodivergentes) con el fin de acotar la sintomatología y el tratamiento que, en casos graves se puede acompañar de la psiquiatría. El psicoanálisis, a pesar de que tiene estructuras generales de la que se guía en la clínica, no se trabaja con diagnósticos específicos que, se cree, la más de las veces obstaculiza la escucha y obturan la palabra; lo mismo puede ocurrir con las teorías y conceptos que cada una de las disciplinas desarrolla. 

5. El objetivo clínico

La psicología busca la remisión de síntomas, la adaptabilidad, el bienestar y la funcionalidad del sujeto que le permita estar integrado socialmente de una manera adecuada. El psicoanálisis puede obtener esto solo de manera indirecta y secundaria, ya que lo que busca posibilitar es una posición subjetiva frente a su deseo, el poder sostenerlo con el menor sufrimiento posible. La psicología busca la remisión de síntomas, la adaptabilidad, el bienestar y la funcionalidad del sujeto que le permita estar integrado socialmente de una manera adecuada. El psicoanálisis puede obtener esto solo de manera indirecta y secundaria, ya que lo que busca posibilitar es una posición subjetiva frente a su deseo, el poder sostenerlo con el menor sufrimiento posible. 

Tanto la psicología como el psicoanálisis son buenas opciones a la hora de buscar un transitar diferente en la vida y una posición distinta a la del sufrimiento.

Si estás buscando psicoterapia, es importante que esta sea la más adecuada a tus necesidades. En PI puedes encontrar diferentes opciones por la variedad de especialistas que forman parte del equipo. Si tienes alguna duda o deseas empezar un proceso psicoterapéutico, no dudes en contactarnos por nuestros diferentes canales.